Diana Gutiérrez

Diana Gutiérrez es la creadora de la editorial independiente Kakao Books (Barcelona), orientada a la publicación de ficción internacional para adolescentes, con personajes LGBT+ y perspectiva de género. Escritora, traductora y editora, puso en marcha este proyecto, en 2019, mediante una campaña de crowdfunding en Verkami que consiguió superar su primer objetivo en 24 horas.

¿Por qué canales entráis en contacto con el público juvenil?

Estamos mucho en contacto con youtubers, instagramers… Nos movemos mucho por las redes. Hay comunidades de lectores muy activas en Instagram y en TikTok. Son chavales que descubren lecturas a través de gente de su edad. Y también tenemos contacto con asociaciones y activistas. Últimamente estamos intentando hablar más con institutos o colegios.

¿El mundo digital democratiza la publicación editorial?

En principio sí, aunque dependes mucho de los algoritmos. Si el algoritmo considera que tu libro es vendible, es decir, que se parece a otros libros que son más o menos vendidos, lo recomendará. Si no, lo ocultará. Tienden a recomendar lo mismo porque cuanto menos se aparten de lo de lo que saben seguro que va a vender, aseguran más ventas. El problema que tengo con esto es que a los algoritmos le gustan los temas fáciles y las cosas digeribles y todo lo que no entiendan muy rápido van a tender a ocultarlo.

El libro digital, ¿está cerca de tomar el relevo del libro en papel? ¿Abarata los costes de edición?

Las ventas en papel, incluso durante la pandemia, que han bajado una barbaridad, superan a las del libro electrónico y no veo que esto vaya a cambiar en los próximos años. Hubo como un resurgir del libro físico, el libro bonito, la edición cuidada. Hubo incluso una competición de quién tenía la edición más bonita; cuanto más bonita sea esa edición en físico, menos ganas hay de tenerla en digital.

Los costes son similares. Exceptuando la impresión, el libro electrónico hay que escribirlo, hay que pagarlo, hay que traducirlo, hay que maquetarlo, hay que distribuirlo… A lo mejor en un libro físico necesitas catálogos o fichas de ese libro, y con un libro electrónico necesitas muchos más metadatos; los metadatos alguien tiene que pensarlos, alguien tiene que introducirlos, hay personas que tienen que supervisar todo eso…

¿Cómo ha afectado la pandemia al sector editorial?

La distribución en librerías ha sufrido muchísimo. Es verdad que se ha creado una red de librerías más alternativa, porque antes estaba todo bastante centralizado en grandes cadenas. Ahora han resurgido las librerías-papelería de barrio, pero la capacidad de venta que tienen no es la que tenían las grandes cadenas.

Nosotros estamos teniendo bastante éxito desde la pandemia en bibliotecas digitales o servicios de suscripción, que es algo que tenía que llegar. Creo que en un servicio de suscripción quizá tenga más posibilidades una editorial independiente. Lo que sé es que la suscripción está creciendo un montón desde la pandemia.